“Con Charco
trabajamos mucho lo sonoro”
por Javi Kolker
Estamos en
otoño, y la mañana soleada y calma se presta para que Diego Franco –músico de Charco- nos cuente con
su tono pausado como transcurren estos días de cuarentena y como consiguieron
que no decaigan los ánimos, ni el ritmo
de trabajo de la banda. “En casa tengo acondicionada una habitación que cumple
el papel de sala de ensayo, de composición, creación y producción. En este
tiempo no ensayamos por ninguna plataforma virtual, pero si nos pasamos
arreglos y partes de 6 o 7 canciones nuevas que escribí: creamos un mecanismo
de trabajo que nos funcionó bien. Y además grabamos un tema instrumental que se
llama Polvadera y que anduvo dando
vueltas por las redes”
De gurises
“Mi primer contacto con la música se dio a
través de mi viejo, que era músico y profesor de guitarra, y si bien no ejerció
como docente, hizo los siete años de conservatorio. En casa siempre había
instrumentos y yo lo miraba tocar a él y a los amigos cuando venían a comer un
asado. Recuerdo que no teníamos equipo para pasar música: escuchábamos radio y
los domingos eran de folklore y tango - sobre todo a la hora de cocinar- o a
veces programas de televisión de
folklore, que eran muy comunes en el mediodía de los domingos. También se
escuchaba folklore uruguayo: Viglietti; Larbanois- Carrero y Zitarroza, del que
mi padre era fan número uno. Nosotros andábamos a la vuelta y ellos escuchaban
eso, no te quedaba otra… (risas) Era música al fin y se lo disfrutaba igual”
-¿Cuáles fueron los músicos que te impactaron
de niño?
DF- De chico
el que más me llegó fue mi papá. Para mí era un grosso: cantante, guitarrista,
compositor, un tipo que transmitía mucho cuando tocaba. Era mi ídolo. En esa época
teníamos a mano solo la televisión y la radio y no había acceso a recitales.
-¿Y de adolescente?
DF-Ya de
adolescente uno cambia sus paradigmas, su modo de ver las cosas y ahí empezaron
a aparecer cuestiones lindas. Recién a los 12 o 13 años empecé a agarrar la
guitarra, a la que antes no le prestaba atención a pesar de la insistencia de
mi viejo, de que mi mamá me había querido comprar un teclado… pero yo no le
encontraba la vuelta a la música hasta
que se me dio por la guitarra a mí solo. Ahí mi viejo empezó a pasarme los
primeros acordes, y al tiempo nos juntamos con un amigo del barrio que también
tenía una guitarra, un grabador y
cassettes: escuchábamos música de los 90, el auge del rock de esa época
con Soda Stereo, Divididos, Las Pelotas, los Fabulosos, Los Piojos… nuestra
etapa de rebeldía rockera. También me gustaba mucho León Gieco, su musicalidad,
aunque no tanto sus letras.
DF- Sí. Pero
además me empezaron a caer las fichas de ese bagaje que traía acumulado. Me
acuerdo que durante cuatro años -desde mis 8 hasta los 12- tuve que acompañar a
mis viejos a sus ensayos de coro, tres veces por semana. Me aprendía las voces en esos ensayos que veía desde afuera, y había
gente del coro que no podía hacerlo....y yo me preguntaba “¿cómo puede ser que
no canten esto?” Miraba lo que hacía el
director en el piano, como armaba las voces….y aunque no entendía bien lo que
pasaba creo que esas cosas te enseñan y quedan en algún lado.
-Y después seguiste metiéndote más en la
música…
DF-Más
adelante se hizo accesible ir a ver
bandas, había festivales en la vuelta y nosotros estábamos en una vorágine
musical. En el 98 estaba terminando la secundaria y tenía toda esa información
de música de coros, de la gente que venía a casa… nos metimos en una cuerda de
candombe, de ahí pasamos a la murga, que marcó un camino muy fuerte en mi vida.
Murga,
cuerpo y alma
-Y de pronto se armó una murga en la ciudad…
DF- Claro!!!
En el 2000 se armó la primera murga
estilo uruguayo de Concordia, La del
Andén, y yo estuve ahí… me metí a tocar, a cantar y eso fue una escuela
para mí. Ahí nomás me puse a investigar a fondo esa formación de coro de murga,
que no estaba tan lejos del coro que yo frecuentaba pero que era otra forma de
cantar. Desde los 14 años había conocido los discos de Jaime Roos y eso me abrió la cabeza a otros estilos, a descubrí
r nuevos géneros y de a poco me puse a componer canciones, sin muchas
herramientas.
¿Cómo siguió la historia?
DF-Después
armamos un grupo llamado Contrabanda,
un cuarteto de voces con una banda clásica de guitarras, bajo, teclados y
batería, con un repertorio de folklore uruguayo (Jaime Roos; Pinocho Routin;
Drexler). Laburamos muchísimo con eso.
¿Te gusta cumplir con el rol de tallerista de
murga?
DF- Si. Unos
años después me fui a estudiar a Concepción del Uruguay y seguí componiendo,
tocando y dando talleres para tratar de
transmitir lo que había aprendido.
Me metí en
el rol de docente, a trabajar con murgas de diferentes ciudades: de Rosario, de
Concepción del Uruguay. Y al mismo tiempo estuve durante 10 años en la
organización del Encuentro Internacional
de murgas, que se hizo en Concordia hasta el 2009, y que me enseñó
mucho, tanto en capacitación - había
cursos y talleres buenísimos, brindados por muchos grossos del ambiente de la
murga- como en logística de organización de eventos.
Nota del
redactor…. Hago un paréntesis para contar
que Diego Franco es una pieza fundamental en el movimiento murguero
uruguayense. A partir de un taller que él brindó en 2006 se armó la murga Puntuales pa´ la tardanza y luego (2010)
Manso Guachazo, de la que este
cronista es fundador junto a Nati Reynoso. Diego participó en Puntuales y más
adelante trabajó –lo hace hasta el día de hoy- con los Guachazo: ayuda a
resolver cuestiones musicales, viene a ser parte de la batería cuando se lo
necesita, ha dado talleres y cientos de etc. Es un integrante más de la murga y
un amigo entrañable para todos.
Músicas de
hoy
-¿Qué artistas te movilizan hoy en día?
DF-De grande
me siguen sorprendiendo muchos artistas: Cerati, Spinetta, tipos que fueron
adelantados en muchos aspectos y que recién hoy estamos empezando a hacer una
re escucha de discos que grabaron hace años. Hay un guitarrista, Titi Panizza,
que no me canso de escuchar; el Negro Aguirre también; cantantes como Anabella
Zoche; Francesca Ancarola; Milena
Salamanca; Pedro Aznar, voces que me conmueven. Y si hablamos de murga te tengo
que decir Contrafarsa: ya tengo la entrada para el recital reunión el 27 de
octubre en Montevideo. (risas)
-¿Cómo ves tu trayectoria en la música si
miras hacia atrás?
DF-No sé si
llamarlo trayectoria. Yo todavía disfruto mucho de aprender, de capacitarme,
porque la música no tiene techo, no tiene fin. Para mí todo lo que viví es
importante: el coro, mi viejo, el descubrimiento de la guitarra y la percusión,
el candombe, la murga.
-Contame de Charco
DF-Charco es mi banda de hoy. Un proyecto
que ya tiene dos o tres años, y que está a punto de editar su primer disco. Son
canciones propias que mezclan aires rioplatenses, litoraleños y norteños con
electrónica y world music.
Hoy día
hacer un disco es todo un logro, un proyecto muy complejo de llevar adelante. Pero
tenemos la energía puesta en eso y en volver a tocar cuando se pueda.
Trabajamos mucho en lo sonoro, a veces es casi enfermizo (risas), pero se
obtienen resultados y la gente lo ha recibido de una manera muy linda, lo que
te da la pauta de que estás haciendo bien las cosas.
https://www.youtube.com/watch?v=O5p2LmAdxMI
https://www.youtube.com/watch?v=pwPL7VhuBFY
https://www.youtube.com/watch?v=7EJQgsSOixY
Un lujo!
ResponderEliminarGracias!!!!
EliminarNunca los eh visto en vivo, pero si los escuché en you tube, el trío tiene mucha personalidad y con un estilo vanguardista mezclando la madera, con la tecnologia, lo dulce con lo exacto; y eso es muy agradable escucharlos.
ResponderEliminarGracias por comentar Facu......todo lo que he escuchado de Diego esta bien hecho...abrazoooo!!!!
EliminarExcelente nota, bien ahí el apoyo a nuestros artistas !!!
ResponderEliminarGracias Ochi....Abrazos y vamos con Charco!!!!
EliminarExcelente artista,Excelente compañero!!! Muy linda nota!!👏👏
ResponderEliminarGracias!!!!!
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