Coplas del camino
por Javi Kolker
Román Ríos es un hombre alto, de gran tamaño.
Si uno no lo conoce su aspecto hasta podría ser intimidante, pero apenas
conversa unos minutos su carácter afable confirma que es un gigante bonachón y
sensible. Román es parte de la historia de la música uruguayense, ya que integró
dos de las bandas más queridas y reconocidas por estos pagos: Sairá y Ensamble.
Días de radio
-¿Cuál fue tu primer contacto con la música?
RR- Que difícil esa pregunta! Es que tengo la
sensación de que la música siempre estuvo conmigo. Desde chiquito me gustaba
estar cerca de la radio, escuchar las canciones… y cuando empecé la escuela
también. Tengo un recuerdo de unos chicos con una flautita a la que le llamaban
tonete –que no se si sigue existiendo- mostrándole algo a la maestra de música,
y a ella dándoles indicaciones. A mí me llamó la atención y le fui a decir a mi
viejo que quería una flauta: como siempre me sacó corriendo (risas).
Lamentablemente no tuve el apoyo para estudiar música y lo pude hacer recién
después de terminado el secundario. En ese momento me compré una guitarra y empecé
a tocar, a aprender canciones, y más adelante me compré un bajo.
-¿Se escuchaba música en tu casa?
RR- Si. En mi casa se escuchaba
fundamentalmente tango porque le gustaba a mi viejo y a mi vieja, pero no
teníamos equipo de música, ni tocadiscos: había una radio Noblex Carina, que yo
creo salvó mi vida (risas). Y el miércoles a la noche era la cita obligada, se
detenía el universo a la hora que empezaba el programa de Silvio Soldán en la
televisión, - Grandes valores del tango-… era religioso en mi casa. A mí no me
gustaba mucho pero lo miraba igual. Me quedaba con ellos acompañándolos y
escuchando los tangos, los cantantes, las orquestas.
-¿Cómo es eso de que la radio salvó tu vida?
RR- Claro. Porque durante el día mi viejo
laburaba, entonces yo podía usar la radio para conectarme con la música. Y creo
que la radio definió mi forma de componer, de armar los repertorios. Me gusta
la variedad de estilos y no tanto la cosa monotemática. Con la radio nunca
sabes que música van a pasar, con que te van a salir.
-¿Tenías algún programa preferido?
RR-Escuchaba el programa de Sergio Peraza –en
la CW35 de Paysandú- que se llamaba Entre nosotros. Creo que toda mi generación
le prestaba mucha atención a ese programa porque a los pocos días que un disco
salía en Europa, Peraza lo tenía. Pasaban música pop y rock progresivo, desde
Yes, Génesis y Emerson, Lake & Palmer hasta Donna Summer o Earth Wine &
Fire. Eso me fue formando porque a veces pasaba horas con la radio hasta pescar
una canción de los Beatles, o de Stevie Wonder. Además una de las
características del programa era que casi siempre cerraba con una canción de
los Beatles, así que lo escuchaba hasta el final y después me iba a
entrenamiento de básquet. Más de una vez llegué tarde por quedarme a escuchar
algo que me volaba la cabeza y no lo podía dejar hasta que terminara.
Guitarra y voz
-¿Alguien tocaba algún instrumento en tu casa?
RR- Mi viejo tocaba muy bien la guitarra y
cantaba lindo también. Lamentablemente no eran muchas las veces que lo
escuchábamos porque no tenía instrumento. Había alguna anécdota de sus
juventudes donde perdió su guitarra en una pelea, en una de esas pulperías de
campo y ahí nunca más quiso tener una. Así que lo escuchábamos en alguna fiesta
cuando alguien le prestaba, y el accedía… ahí nos enterábamos que tocaba la
guitarra recontra bien: canciones de Falú, cosas elaboradas, instrumentales
también. Y mi mamá cantaba muy lindo. Me acuerdo de estar estudiando y ella
lavando la ropa mientras cantaba La pulpera de Santa Lucia con una afinación
perfecta, muy expresiva. Tal vez a partir de ahí los cuatro hermanos somos
cantores.
-¿Qué artistas te impactaron de chico?
RR- Los Beatles. Cuando en la radio terminaba
de sonar una canción te decían el nombre y quien era el artista, entonces yo
iba seleccionando lo que me gustaba. Un tal John Lennon, un tal Paul Mc
Cartney, un tal George Harrison… no sabía quiénes eran, ni que banda integraban,
pero me encantaba. Recién en tercer año unos compañeros me dijeron “a vos te
gustan los Beatles… mañana vamos a estar en la casa de un amigo con casi todos
los discos… si queres venite”. Cuando fui era como tocar el cielo con las
manos. Los Beatles fue lo primero que escuche durante bastante tiempo. Me
acuerdo que una vez llegué tarde al entrenamiento porque me quede oyendo una
música que era como los Beatles, pero cantado en castellano.
-¿De quién estás hablando?
RR- De León Gieco tocando María del campo.
Era algo totalmente diferente a lo que había escuchado en castellano; lo que más
sonaba era Palito Ortega y ese tipo de música. Lo de Gieco tenía poesía, una
sonoridad distinta. Me acuerdo de haber pensado “ah bueno, esto es otra cosa,
entramos en otra dimensión, en un mundo paralelo”. Y esos mismos compañeros que
tenían los discos de los Beatles también tenían los de León. Esas cosas me
marcaron para siempre en mi historia musical.
-¿Y qué fue lo siguiente que escuchaste?
RR- Te lo cuento en el orden que los fui conociendo:
Pink Floyd, Génesis, Yes, King Crimson, Led Zeppelin… esos me pegaron fuerte.
De los locales Almendra y Aquelarre fundamentalmente, que me parecen de las
bandas más importantes que dio el rock argentino y latinoamericano. Tenían algo
distinto y no trataban de seguir la huella de todo el mundo para vender discos,
sino que hacían algo personal y auténtico. Y tenían cosas para decir, para
aportar… algo nuevo.
Lecturas
-¿Cuáles fueron tus primeras lecturas?
RR-Un día me enteré que se podía sacar libros
de la biblioteca de la escuela y llevártelos a tu casa, y ahí empecé a leer los
clásicos de la adolescencia: La isla del tesoro; 20.000 leguas de viaje
submarino… Tenía poco acceso a los libros -que a veces me compraba mi hermana
mayor, que trabajaba- pero me gustaba leer. Cuando terminé el secundario y
empecé a trabajar ya me compré mis propios libros. Un día encontré una
liquidación en una librería y -guiándome por referencias de mis amigos- me
compré algunos libros de Hermann Hesse: Lobo estepario; Sidartha; Demián, que
ni sé de qué se trataba, pero me acuerdo de haberlos leído con pasión, atrapado
por esas escenas. Jean Paul Sartre también me gusto mucho. Otras cosas que
compré -en cambio- no me llamaron la atención, no me gustaron (risas). Pero
esos dos autores me cautivaron, y me llevaron a cambiar mi forma de ver la vida
y el mundo; la relación con la gente y con los hechos.
Trayectoria musical
-¿Cómo empezaste a meterte en la música?
RR-Llegó un momento en que me cansé de la
ingeniería -tenía aprobada un tercio de la carrera- y decidí darle una chance a
la música. Empecé con una guitarra que cayó en mi casa, que se la debe haber olvidado
alguien y quedó ahí: era un cacho de madera con cuerdas… guitarra era una forma
de decirle (risas). Como en esa época ya trabajaba busqué alguien que me
enseñara a tocar, y le pedí a Carlitos Tourfiní: él se aprendía las canciones
que yo le decía y me las pasaba. Más que nada cosas de Litto Nebbia, de
Spinetta… hasta que un día me enseño a sacar canciones por mí mismo y el paso
siguiente fue empezar a componer.
-Y armaste tu primera banda.
RR-Así es. Me puse a buscar gente e hicimos
Sairá… todo a los guachazos porque yo no sabía nada, ni afinar el bajo. No
tenía oído para afinarlo y en esa época no había afinadores, pero era tanta la
confianza y las ganas que teníamos que armamos los temas, los ensayamos y
salimos a tocar.
-Y después entraste en Ensamble.
RR- Claro. Cuando Sairá se desmembró me
invitaron a tocar en Ensamble, y ahí fue otra cosa porque había gente que sabía
mucho. Y como tenía que estar a la altura me puse a estudiar con el bajo:
Germán (Reynoso) me pasaba ejercicios para hacer con el instrumento y yo estaba
horas tocando, hasta que más o menos lo domé. Ensamble debe haber sido el
proyecto más importante en el que participé en cuanto a música creada y
elaborada. Y hace unos años toqué con un bandoneonista de Concordia, Santos
Maggi, que también era un tremendo músico. Pero si me das a elegir yo tengo los
mejores recuerdos de Sairá porque fue la primera experiencia: fue todo muy
salvaje, muy libre, espontáneo y romántico.
-¿Cómo seguiste después de Ensamble?
RR- Hubo unos años de interrupción en los que
deje de tocar. Después volví con mis canciones que es la propuesta que mantengo
hasta hoy, al principio con un toque más folklórico, y de a poco volviendo a
las raíces.
-Si te piden que le pongas un nombre a tu
estilo musical ¿cuál sería?
RR- Folklore urbano, que es una fusión entre
folklore y música urbana. Y le digo música urbana a las sonoridades y los
ritmos que me remiten a lo que escuche de adolescente: el pop, el rock el rock progresivo.
-¿Cuáles son tus proyectos de acá en adelante?
RR- Quisiera grabar unas cuantas canciones
que tengo en carpeta, y por eso estoy tratando de darles un mismo sentido, de
unificar un criterio para armar un tercer disco. Me gustaría grabarlo en un
estudio con buen sonido y hacer una duplicación industrial, que quede un buen registro.
Son las canciones que veníamos tocando con esta última formación, y que hablan
de mi manera de ver la vida, el mundo y el sentido de pasar por esta experiencia.
Sairá: Román Ríos (bajo y voces); Cacu Romero
(guitarra y voces); Felipe Chazarreta
(guitarra y voces); Daniel Leturia (flauta); Patora Ducret (batería).
Ensamble: Román Ríos (bajo); Germán Reynoso
(guitarra, charango y voces); Julia Díaz (voces); Caña de Michele (piano y
voces); Carolina Bugnone (flauta traversa); Daniel Quiche (batería). Pasaron
por Ensamble además Omar Jara (piano y voces); Cesar Rojas (piano, flauta,
voces); Belleza Maddalena (guitarras); Fernando Delorenzi (saxo).
Román Ríos grupo: Román Ríos (bajo y voces);
Edgar Urán (guitarra); Rocío Muñoz (voces); Claudio Galván (percusión y voces)
Para escuchar, Román tiene dos discos: